La
temperatura periférica (piel, mucosas, músculos, extremidades, etc.) es variable.
La temperatura normal del cuerpo de una persona varía dependiendo de su género,
su actividad reciente, el consumo de alimentos y líquidos, la hora del día y,
en las mujeres, de la fase del ciclo menstrual en la que se encuentren.
Proceso mediante el cual un grupo de
seres vivos denominados homeotermos mantienen su temperatura corporal
dentro de unos límites, independientemente de la temperatura ambiental. El
proceso consume energía química procedente de los alimentos ya que
estos organismos tienen mecanismos para producir calor en ambientes fríos o
para ceder calor en ambientes cálidos, conocidos en su conjunto
como termorregulación. Estos mecanismos están situados en
el hipotálamo, la piel, el aparato respiratorio, etc.
Temperatura
La temperatura de un gas ideal monoatómico
es una medida relacionada con la energía cinética promedio de sus moléculas al
moverse. En esta animación, se muestra a escala la relación entre el tamaño
de los átomos de helio
respecto a su espaciado bajo una presión de 1950 atmósferas. Estos átomos, a temperatura
ambiente, muestran una velocidad media que en esta animación se ha reducido dos
billones de veces. De todas maneras, en un
instante determinado, un átomo particular de helio puede moverse mucho más
rápido que esa velocidad media mientras que otro puede permanecer prácticamente
inmóvil.
La temperatura
es una magnitud referida a las nociones comunes de calor medible mediante un termómetro.
En física, se define como una magnitud
escalar relacionada con la energía interna de un sistema termodinámico,
definida por el principio cero de la termodinámica.
Más específicamente, está relacionada directamente con la parte de la energía
interna conocida como energía cinética, que es la energía asociada a
los movimientos de las partículas del sistema, sea en un sentido traslacional,
rotacional, o en forma de vibraciones. A medida que sea mayor la energía
cinética de un sistema, se observa que este se encuentra más «caliente»; es
decir, que su temperatura es mayor.
En el caso de un sólido, los movimientos en
cuestión resultan ser las vibraciones de las partículas en sus sitios dentro del sólido.
En el caso de un gas ideal monoatómico
se trata de los movimientos traslacionales de sus partículas (para los gases
multiatómicos los movimientos rotacional y vibracional deben tomarse en cuenta
también).
El desarrollo de técnicas para la medición
de la temperatura ha pasado por un largo proceso histórico, ya que es necesario
darle un valor numérico a una idea intuitiva como es lo frío o lo caliente.
Multitud de propiedades fisicoquímicas
de los materiales o las sustancias varían en función de la temperatura a la que
se encuentren, como por ejemplo su estado (sólido,
líquido,
gaseoso,
plasma), su volumen,
la solubilidad,
la presión de vapor, su color o la conductividad eléctrica. Así mismo es uno
de los factores que influyen en la velocidad a la que tienen lugar las reacciones químicas.
La temperatura se mide con termómetros,
los cuales pueden ser calibrados de acuerdo a una multitud de escalas que dan
lugar a unidades de medición de la temperatura. En el Sistema Internacional de Unidades,
la unidad de temperatura es el kelvin (K), y la escala correspondiente es la escala Kelvin
o escala absoluta, que asocia el valor «cero kelvin» (0 K) al «cero absoluto»,
y se gradúa con un tamaño de grado igual al del grado Celsius.
Sin embargo, fuera del ámbito científico el uso de otras escalas de temperatura
es común. La escala más extendida es la escala Celsius,
llamada «centígrada»; y, en mucha menor medida, y prácticamente solo en los Estados
Unidos, la escala Fahrenheit.
Radiación
Es la acción y efecto de irradiar (despedir rayos de luz, calor u
otra energía). Para
la física, se trata de la
energía ondulatoria o de las partículas materiales que se propagan a través del
espacio.
Existen diversos tipos de radiación. La radiación electromagnética es
aquella supone la propagación de energía mediante la combinación de campos
eléctricos y magnéticos oscilantes. Se conoce como espectro electromagnético a la distribución energética de las
ondas electromagnéticas, que van desde los rayos gamma (cuya longitud de onda
se mide en picómetros) hasta las ondas de radio (con longitudes de onda que
pueden medirse en kilómetros).
La radiación
corpuscular consiste en la propagación de partículas subatómicas
que se desplazan a gran velocidad con carácter ondulatorio. Dichas partícula pueden estar cargadas o
descargadas desde el punto de vista eléctrico.
La radiación
solar es el conjunto de las radiaciones electromagnéticas que emite
el Sol y que
determinan la temperatura en la Tierra.
La radiación
ionizante, por su parte, propaga la energía suficiente para ionizar la
materia. Esto quiere decir que la radiación ionizante produce iones y extrae
los electrones del estado ligado al átomo.
Los generadores de rayos X y los aceleradores de
partículas son ejemplos de radiación ionizante. Es importante tener en cuenta
que las radiaciones ionizantes producen efectos sobre la materia viva. Por eso
puede ser utilizada para tratamientos de
radioterapia en oncología, por ejemplo:
La radiación ionizante también puede ser dañina
para los seres vivos, ya que la exposición excesiva a este tipo de radiación
puede producir envenenamiento e interferir en el proceso de división celular.
Evaporación
Es la acción y efecto de evaporar o evaporarse. Este verbo, por su
parte, hace referencia a la transformación de
un líquido en vapor. Durante el proceso físico denominado evaporación, una sustancia líquida
pasa lenta y gradualmente a un estado gaseoso, una vez que haya adquirido la energía necesaria para aumentar su
superficie. Es importante no confundir este término con ebullición, ya
que la evaporación no requiere de una temperatura en particular; más aún,
cuanto mayor sea ésta, antes tendrá lugar.
Cabe mencionar que se trata de un fenómeno absolutamente necesario para el ciclo de la vida,
dado que el agua en estado gaseoso se condensa y se convierte en nubes, las
cuales recobran su forma líquida durante la lluvia, que mantiene fértiles
nuestros suelos. Asimismo, este regreso
del agua a la tierra puede darse a través de las nevadas, de rocío
o de niebla.
Sobre la superficie de una sustancia líquida, a menos que haya alguna
obstrucción, una porción de sus moléculas se encuentra en estado gaseoso; cuando
ésta se equilibra se establece la presión de la fase gaseosa saturante, que no
está directamente relacionada con el volumen, sino con la temperatura y el tipo
de líquido. Si la cuantía de gas es menor a dicha presión, entonces tiene lugar
la evaporación, ya que un porcentaje de las moléculas cambia de estado; por
otro lado, si la presión es igual a la de la atmósfera se da la ebullición.
Cuando muy pocas moléculas se encuentran cercanas a
la superficie y realizando un movimiento dirigido correctamente para lograr
salir del líquido en algún momento, el porcentaje de evaporación es limitado.
Más aún, dado que las que consiguen escapar son las que poseen más energía que las restantes, la
sustancia sufre una reducción considerable de su temperatura (esto se
denomina enfriamiento evaporativo,
y tiene lugar durante el fenómeno de la sudoración).
Con respecto al sudor, cabe señalar que durante su
evaporación se elimina más de un
veinte por ciento del calor de nuestro cuerpo, dado que el agua posee un calor específico
particularmente alto y la energía que requiere para evaporarse la resta de
nuestro organismo, haciendo que su temperatura disminuya. Más específicamente,
para eliminar 1 g de
sudor son necesarias 0,58 Kcal;
éstas se obtienen de la piel, lo que ocasiona que se enfríe y eventualmente
afecte la temperatura corporal. Cuando una corriente de aire seco reemplaza al
húmedo, se ve un incremento en la evaporación.
Es posible distinguir entre la evaporación insensible, que se da a
través de nuestro tejido cutáneo
(cuando la humedad del aire no alcanza el 100 por ciento) y por las fosas
nasales, y evaporación superficial,
que proviene de las glándula sudoríparas, las cuales existen en muchas partes
de nuestro cuerpo, pero sobre todo en la zona inguinal, las axilas, la frente y
las palmas de las manos y los pies.
Si la evaporación tiene lugar en un contenedor
cerrado, aquellas moléculas que consiguen escapar del líquido se agrupan
en estado gaseoso encima
del mismo y muchas de ellas vuelven a su forma líquida. Cuando este proceso de
ida y vuelta llega a un equilibrio (llamado evaporativo) ya no se dan más transformaciones en la presión del
vapor (que en este caso se denomina saturado) ni en la temperatura de la sustancia.
Para la hidrología, ciencia natural que estudia las aguas, la evaporación es
considerada una variable muy significativa cuando se busca calcular el balance
hídrico (la relación entre la entrada y la salida de recursos hídricos durante un
período específico de tiempo) de las cuencas hidrográficas, sea total o
parcial, tomando en cuenta su superficie de origen
El sudor es
un fluido orgánico segregado
por las glándulas sudoríparas.
Lo habitual es que se genere a través de la transpiración, que es un mecanismo natural para la regulación de
la temperatura corporal.
De este modo, cuando una persona transpira, las glándulas
sudoríparas producen sudor que luego se evapora. Este proceso contribuye a la
refrigeración del organismo, evitando que se caliente demasiado.
El sudor, por otro lado, puede generarse a modo
de respuesta ante
diversos estímulos que excitan el sistema
nervioso simpático. Por eso cuando un individuo está nervioso o
aterrado, suda.
Es importante destacar que el sudor está compuesto
mayoritariamente por agua.
Además contiene ácido urocánico, toxinas y diversas clases
de electrolitos. Pese a lo
que suele creerse, el sudor carece de olor: el aroma que se le atribuye, en realidad, se debe a
bacterias que se forman sobre la piel a partir de la humedad que provoca el
sudor.
Esa sustancia se produce en las glándulas
sudoríparas, que pueden dividirse en ecrinas y apocrinas.
Estas glándulas se distribuyen en distintas capas de la piel y permiten la secreción del
sudor a través de los poros.
Aunque la transpiración es imprescindible para el
organismo y la secreción de sudor es natural, existen trastornos de salud vinculados a este líquido.
La hiperhidrosis aparece
cuando un organismo produce una cantidad excesiva de sudor debido a una falla
del sistema nervioso simpático. En este caso, la persona genera más sudor del
necesario para la regulación de la temperatura, una particularidad que afecta
su calidad de vida
No hay comentarios:
Publicar un comentario